El alcalde de Alcorcón convirtió a 620 empleados en funcionarios dos días antes del 22 M

El socialista Enrique Cascallana, ex alcalde de Alcorcón, amplió su personal fijo de empleados públicos 48 horas antes del 22-M, día en que perdió las elecciones.

Enrique Cascallana, ex alcalde de Alcorcón, acompañado de Tomás Gómez, Amparo Valcarce y Cristina Garmendia.
Enrique Cascallana, ex alcalde de Alcorcón, acompañado de Tomás Gómez, Amparo Valcarce y Cristina Garmendia.

Previendo el cambio de gobierno municipal, el PSOE convocó una oposición para blindar el contrato de cara a posibles futuros despidos de 620 trabajadores, que pasaron de poseer un contrato indefinido o eventual a ser funcionarios de carrera el 20 de mayo mediante una oposición hecha a su medida. Con esta jugada, lanzada por un proceso de emergencia, Cascallana buscaba conseguir “un plus electoral más, a pocos días de las elecciones», según denuncia el PP. El PSOE, por su parte, alega que el objetivo era homogeneizar el régimen jurídico de todos los trabajadores del Ayuntamiento.

La Comunidad de Madrid hizo público en su Boletín Oficial la oferta de empleo el 2 de marzo, día en el que el Ayuntamiento de Alcorcón abría, por un “proceso extraordinario de funcionarización”, el plazo para presentar las instancias a los 620 trabajadores del Consistorio que quisieran participar. Como condición indispensable se exigía que los demandantes pertenecieran al personal laboral fijo de la plantilla del Ayuntamiento de Alcorcón.

Sin embargo, el sindicato CSIF lo ha impugnado y solicita la suspensión cautelar del proceso alegando que muchos de estos nuevos funcionarios disfrutaban de contratos eventuales, interinos o por obra y que, “a través de una simple entrevista hecha a principios de mayo”, se convirtieron en funcionarios, «manteniendo incluso hasta la antigüedad de su anterior contrato». El Grupo Municipal Socialista sostiene que «ninguno de los trabajadores que han optado a este cambio pertenecía al personal eventual». Añade que el cambio se produjo para «establecer una única carrera profesional para todos nuestros empleados».

El sindicato también ha impugnado el cambio del régimen jurídico del personal laboral fijo del Ayuntamiento de Alcorcón. “No es lo mismo un trabajador indefinido que otro fijo. A través de este mecanismo se discrimina al personal fijo que anteriormente había aprobado su plaza a través de una oposición”. El equipo de Cascallana se defiende asegurando que el proceso era «voluntario» y que se apuntó todo aquel «personal laboral que quiso seguir el proceso».

Para romper el blindaje que Cascallana colocó antes de irse entre sus empleados, el CSIF avala la teoría de que se han sorteado los principios de mérito y capacidad que deben primar en «todas las oposiciones a cualquier puesto de la Administración Pública», precisamente para acabar con el poder que los políticos gobernantes han ejercido durante sus mandatos. Para el PSOE, «se respetaron estas premisas», a pesar de la rapidez con la que se convocó y se materializó el proceso, que salió a concurso por vía de urgencia «por la enorme magnitud del mismo, ya que implicaba a todo el personal del Consistorio».

Todos los trabajadores de la escuela de música, funcionarios

Entre los nuevos funcionarios públicos del Consistorio, Cascallana colocó a 23 oficiales y 150 peones para parques y jardines; 21 conserjes para los colegios; monitores juveniles; toda la escuela de música; 14 empleos para el Instituto Municipal para el Empleo y la Promoción Económica (IMEPE) de Alcorcón; 36 puestos para la Universidad Popular y hasta 30 monitores de Educación Física.

La toma de posesión como funcionario de carrera conlleva la finalización de la relación de carácter laboral  con el Ayuntamiento “por mutuo acuerdo”, siendo desde ese momento de aplicación y a todos los efectos la normativa general en materia de Función Pública. A partir de entonces, a los nuevos funcionarios se les guarda la antigüedad que mantenían con el Ayuntamiento, «por lo que también tienen preferencia a la hora de acceder a otras plazas públicas que se oferten sobre los demás compañeros que consiguieron la plaza por oposición posteriormente». La antigua plaza laboral queda amortizada.

El CSIF también critica que las “pruebas selectivas” fueron puestas a dedo para el personal “que Cascallana había elegido para cubrir esos puestos”.

Diez millones de euros menos en unos meses

El actual alcalde, David Pérez, critica que el derroche de Cascallana y su equipo socialista llegó a tal extremo que, en los últimos días de su gestión, en lugar de limitar el gasto se potenció. «Pocos meses antes (del final de la legislatura), en la caja había once millones. Cuando llegué, había uno», asegura el alcalde.

Tras comprobar que la deuda del Consistorio multiplica por doce lo anunciado por el PSOE, el actual alcalde, David Pérez, asegura que posiblemente, aunque sea la última opción, el Ejecutivo local tenga que despedir a parte de la plantilla municipal para poder hacer frente a la difícil situación que se ha encontrado. Sin embargo, no podrá rescindir de ninguno de estos contratos.

De los 2.800 empleados con los que cuenta el Ayuntamiento de Alcorcón, incluidos organismos autónomos, aproximadamente el 28% pasaron una oposición. Un porcentaje al que hay que añadir los 620 nuevos empleados públicos fijos que Cascallana dejó como herencia al PP. Aproximadamente la mitad de ellos son los que corren peligro de ser, en un futuro, despedidos.

vía El alcalde de Alcorcón convirtió a 620 empleados en funcionarios dos días antes del 22 M – elConfidencial.com.

Anulan todas las oposiciones del Ayuntamiento pendientes y estudian recortar contratos.

Anulan todas las oposiciones del Ayuntamiento pendientes y estudian recortar contratos

El gobierno municipal da por amortizadas 78 plazas de funcionario y 7 de personal laboral, y reorganizará las tareas de los funcionarios

 

 

Nueva marejada laboral en el Ayuntamiento de Cartagena. Hace cuatro años años, cuando nadie hablaba de crisis económica y había superávit de 10 millones de euros, los sindicatos desplegaron pancartas e hicieron sonar tambores y silbatos para reclamar una subida salarial de hasta 500 euros al mes, al final pactada para varios años; este mismo año, antes de las elecciones municipales, mantuvieron un tira y afloja con el gobierno municipal por el retraso en el pago del último plazo pactado, y para incluir en sus nóminas el concepto de antigüedad. Ahora, a raíz de la aprobación en agosto de un presupuesto de 2011 muy restrictivo y en plena fase de elaboración de un presupuesto de 2012 y un plan de reequilibrio financiero para los próximos tres años que traerán nuevos recortes, los representantes de los cerca de 1.100 trabajadores del consistorio han alzado la voz para denunciar la anulación sin negociación previa de las 80 plazas pendientes de convocar con oposiciones desde hace varios años y para expresar su temor a una reducción de personal.
Ayer, la Concejalía de Personal confirmó a ‘La Verdad’ que no solo no convocara oposiciones por cuarto año consecutivo en 2012, como ya había anunciado, sino que ha suprimido todas las aplazadas y estudia rebajar el número de nóminas al no renovar contratos temporales ni cubrir las vacantes de jubilados.
La supresión de todas las convocatorias pactadas con los sindicatos en los años de bonanza engloba 85 plazas (78 de funcionario y 7 de empleado laboral fijo) en áreas tan dispares como administrativo, ordenanza, conserje, arquitecto, electricista, conductor, inspector de contratas, carpintero, técnico de Educación o peón de mantenimiento.
Al borrar esas plazas de la relación de puestos de trabajo, el Ayuntamiento se libra de la obligación de reservar dinero para esas posibles nuevas nóminas con cargo al gasto corriente. Y lo hace precisamente en un momento en que debe cuadrar sus cuentas, porque tiene un déficit de unos 17 millones de euros.
Dos millones de ahorro al año
Según cálculos del sindicato UGT, el Ayuntamiento se ahorrará entre 1,5 y 2,3 millones de euros anuales teniendo como base de cálculo un salario medio aproximado de 20.000 a 30.000 euros brutos por trabajador. El Ejecutivo, que omitió esta medida cuando presentó públicamente los presupuestos de este año, no dio una cifra del ahorro exacto que prevé.
Esta doble situación está en manos de los servicios jurídicos de UGT, ya que según dijo ayer a ‘La Verdad’ el secretario general del sindicato mayoritario en el Ayuntamiento, Valentín Pérez, puede vulnerar la legalidad al no haberse negociado con los representantes de los trabajadores.
«Estamos estudiando la posibilidad de interponer una denuncia, porque esta pérdida de 85 puestos de trabajo puede implicar un reajuste organizativo y, en definitiva, puede afectar a las condiciones de trabajo de los trabajadores. Y la ley establece que eso tiene que ser negociado entre la institución municipal y los sindicatos», explicó Valentín Pérez.
Éste criticó que el gobierno municipal haya actuado de forma «unilateral» al publicar la nueva relación de puestos de trabajo en el Boletín Oficial de la Región de Murcia (BORM) sin previo aviso, y responsabilizó de forma directa a la concejal de Personal, Fátima Suanzes. «Hasta ahora estas cosas siempre se han llevado a la mesa de negociación. Así se hizo por ejemplo, con el concejal anterior [José Cabezos]. La nueva concejal lleva poco tiempo en el cargo, pero me extraña que la directora [general de Personal, Esperanza Nieto], y el resto de su equipo no la hayan avisado. Yo creo que ella ha dicho: ‘Publico… ¡y publico!».
En cuanto a la repercursión de la medida, el máximo responsable de UGT destacó que «lo más significativo es que se meten mucho con los oficios, y eso seguramente obligará a recurrir a las contratas». Según Pérez, desaparecerán áreas como la de carpintería , se verán mermadas «columnas» clave del servicio público como las brigadas de mantenimiento de la vía pública o jardinería, y se resentirán departamentos como los de jardinería u ordenanzas.
Pérez se preguntó si lo que quiere Personal es «que el trabajo de los carpinteros lo hagan fontaneros, electricistas o pintores», o se subcontratará a empresas privadas. En este último caso, advirtió, el vecino podría acabar pagando más por un servicio de peor calidad, porque el principal objetivo de las compañías es la «rentabilidad» y habrá menos capacidad de control porque «precisamente se ha renunciado a contratar a cuatro inspectores de contratas».

 

vía Anulan todas las oposiciones del Ayuntamiento pendientes y estudian recortar contratos. La Verdad.